A pesar de los muchos años de evolución, el sentido del oído sigue funcionando mejor rodeado de naturaleza. El estilo de vida contemporáneo, la maquinaria, el transporte y la propia actividad humana contribuyen al –a menudo- abrumador ruido. Recientemente, especialistas han creado un nuevo término, “contaminación acústica”, para describir el problema de los espacios de trabajo actuales.
Se cree que la mayoría de problemas de acústica se deben a edificios mal construidos y a su pobre planificación. En la naturaleza es extremadamente difícil encontrar superficies con líneas rectas que reflejen las ondas sonoras. Las oficinas con pasillos largos sin insonorizar son el estándar hoy en día. No solo no reducen el nivel de ruido sino que aumentan el nivel de sonido que llega a las oficinas cercanas. Sin embargo, con un par de retoques seremos capaces de reducir los efectos negativos del mal diseño. Podemos introducir formas irregulares y tejidos suaves en las áreas de descanso o mostradores de recepción curvados en las áreas de recepción para difuminar el ruido.
El cerebro humano procesa continuamente los sonidos que recibe, y en el espacio de trabajo hay demasiados, como teléfonos que no paran de sonar, impresoras funcionando, conversaciones y ruido por todas partes. Debido a los altos niveles de ruido y su impacto negativo en los empleados, se introdujo una nueva ley que prohíbe cualquier ruido de más de 65dB en el lugar de trabajo. Teniendo en cuenta que el ruido de una aspiradora es de unos 60dB, podemos fácilmente darnos cuenta de que esta ley no es suficiente.
Además, la forma en que percibimos el sonido es muy particular, habiendo gente a la que cierto sonido no le molesta en absoluto mientras que a otra gente les puede resultar insoportable. La música puede ser estimulante para una persona y molesta para otra, especialmente si su trabajo requiere cierta concentración. Por lo tanto, cualquier solución que mejore la acústica de los escritorios de trabajo no tiene precio; los diferentes materiales, los paneles insonorizados o los escritorios de altura regulable son siempre beneficiosos, aunque puede que no sean suficiente.
Yvette Tietema, es experta en psicoacústica especializada en la creación de puestos de trabajo con zonas que contribuyan a la mejora de la salud. El primer paso para un cambio positivo es aceptar el hecho de que eficiencia no significa sentarse en el escritorio ocho horas al día. El entorno moderno necesita variedad y dinamismo. Lo que puede parecer un ruido innecesario puede ser útil en las distancias cortas, o simplemente convertirse en ruido de fondo.
El Dr. Vinesh Oommen del Instituto de Salud e Innovación Biomédica de la Universidad de Queensland probó en un estudio que el ruido a una distancia de 4-5 metros es el más molesto; por eso el uso efectivo del espacio es importante: sentar juntos a compañeros de trabajo con actitudes similares, permitir “molestias controladas” en las zonas comunes, crear zonas de trabajo silenciosas y facilitar salas de reuniones insonorizadas.
La conversación sobre la oficina moderna hoy en día es principalmente una conversación sobre la variedad, siendo los productos insonorizados una parte integral del espacio de trabajo. Definen la funcionalidad de cada área sin necesidad de construir muros – afirma el diseñador Dymitr Malcew. En mi opinión, el mayor problema de la mayoría de espacios de trabajo es la falta de flexibilidad. Si le vamos a pedir a nuestros empleados que trabajen en un espacio abierto, tenemos que proporcionarles una alternativa en forma de salas de descanso tranquilas. Permitiendo al empleado elegir sus condiciones óptimas de trabajo, estimulamos su creatividad y su dinamismo.
Algunas personas son productivas independientemente del entorno en el que se encuentren, mientras que otras necesitan paz y tranquilidad para poder desarrollar su trabajo correctamente. Originalmente, el ruido desencadenaba una sensación de conflicto, de escape; y aún hoy en día es una fuente de emociones negativas. Entender cómo la acústica se relaciona con la estimulación sensorial; tener esto en cuenta a la hora de diseñar una oficina nos permitirá mejorar la eficiencia en el trabajo, el rendimiento del equipo y el éxito de la empresa.