¿Qué son las sillas apilables?
Para poder apilarlas, la construcción de las sillas tienen que cumplir ciertos requisitos. La mayoría de ellos en relación a su base, la pieza que determinará si pueden apilarse o no. Es esencial que nada bloquee el espacio bajo el asiento: una silla tradicional de cuatro patas será fácilmente apilable, pero será imposible para una silla giratoria o de tipo trineo. De la misma manera, el asiento en sí tiene que ser recto, estable y relativamente fino. Los modelos sin reposabrazos, además, serán más fáciles de apilar. Es importante también elegir materiales resistentes y duraderos, como el plástico o el contrachapado. Las sillas apilables tapizadas, idealmente, tendrían que utilizar materiales resistentes a desgarros.
¿Cuáles son sus beneficios?
El principal beneficio es, obviamente, el ahorro de espacio mientras no están en uso. Al almacenarse apiladas, es muy fácil guardarlas, por lo que cabrán incluso en armarios pequeños. Además, al ser muy ligeras, no supone un problema moverlas de una estancia a otra, por lo que permiten cambios rápidos en la configuración.
¿Dónde usarlas?
Las sillas apilables son muy demandadas en espacios donde es necesario cambiar la configuración de los interiores, ya que permiten adaptar el entorno a distintos grupos de usuarios independientemente de su tamaño o las actividades planeadas. Son la elección perfecta para salas de formación o conferencias, así como para salas de lectura, auditorios o talleres.