La naturaleza sabe lo que hace; asà que no podemos cuestionar la elección de las abejas de hacer del amarillo y el negro su color. También los usó con éxito John Hertz, creador de los taxis de Nueva York. El contraste de estos colores los hizo más visible, reduciendo asà el número de accidentes con su entorno.
En 1998, Apple presentó sus productos en colores brillantes y cÃtricos, queriendo resaltar la frescura y modernidad de su tecnologÃa. Sus competidores pronto empezaro a imitar esta moda, asà que sus creadores volvieron a las carcasas metálicas y oscuras, destacando asà su prestigio.
En este contexto, puede parecer sorprendente que, según estudios de preferencia de color, sea uno de los colores con menos adeptos. La razón es, probablemente, su intensidad, ya que usado en exceso puede ser desconcertante.
Conseguir una configuración correcta en un interior usando amarillo puede ser un reto, pero una aplicación bien pensada del mismo te permitirá conseguir un resultado único. En lugares designados a muchas horas de trabajo es mejor usar tonos suaves. Afectan positivamente a las habilidades cognitivas, estimulando la memoria y la concentración. Suele decirse que mejoran la precisión a la hora de tomar decisiones.
Variantes más vivas del color amarillo pueden ser un buen experimento en salas menos formales: donde se busca energÃa positiva, intercambio de ideas y comunicación durante reuniones cortas e intensas. Los toques de amarillo fomentan el esfuerzo intelectual y estimulan la curiosidad, asà que funcionarán bien en salas de conferencia y de entrenamiento. Tal entorno puede ser beneficioso para empleados de mal humor.
El amarillo luce especialmente bien en combinación con el negro, el blanco y el violeta. Trabaja muy bien con el azul y el verde. Con el amarillo y el naranja es muy energizante, mientras que mezclado con el gris tiene un efecto relajante.